Lázaro Galdiano
26.11.21 - 30.01.22
"Son capaces de adentrarse en un terreno que tiene mucho de inexplorado, de búsqueda personal y de tensión dialéctica."
Begoña Torres
La tarea del arte consiste en explorar los límites de la experiencia, en mostrar la infinita y laberíntica complejidad de lo humano, indagando en la orilla de un abismo arriesgado y también compartido, capaz de conducirnos a zonas de la experiencia a las que, de otra manera y como meros espectadores, nunca hubiéramos tenido la osadía de asomarnos.
Esto es precisamente lo que consiguen llevar a cabo Alix-Haro, Haro-Alix en esta exposición, que además de ser una apuesta muy valiente, es un proyecto de reflexión, una correspondencia estimulante y productiva entre dos artistas, sus maneras de hacer, sus trayectorias, sus dicciones, procedimientos y sus diversas capacidades técnicas.
No se trata de una confrontación, no es un combate o un duelo, es un “cara a cara” que genera una intensa y genial complicidad, en la que cada uno cuenta con su propia voz. Aun trabajando desde naturalezas que pueden parecer opuestas y a pesar de ser plenamente conscientes del carácter necesariamente incompleto y solitario de la experiencia creadora, ambos están dispuestos a explorar caminos que no muchos más se atreven a transitar.
Es también un diálogo entre los diversos lenguajes y medios artísticos (escultura, pintura, fotografía, video, etc.) donde los dos se desprenden de sus conocimientos previos para llegar a una nueva síntesis, a un replanteamiento del hecho artístico, que abordan desde caminos completamente personales y sensibilidades compartidas.
Con el tiempo y la sombra como motivo central, como soporte de su propuesta, son capaces de adentrarse en un terreno que tiene mucho de inexplorado y de búsqueda personal, de tensión dialéctica entre temas tan fascinantes como el doble y el espejo, la realidad y la ficción, el “otro” y el “yo”, la noche y el sueño, la ilusión y el engaño, la memoria y lo inasible, en un juego constante entre diversas iconografías y lenguajes que se entrecruzan y yuxtaponen.
Fuente: Lázaro Galdiano