Super SuperLike

Swipe, Swipe, Swipe...

En pocos años nuestra experiencia de usuario ha pasado de una esfera multimedia diseñada con ingenuos algoritmos, a una conectividad permanente y con interfaces calculados para gobernar nuestra productividad. Las interacciones han dejado la atenta deriva y han mutado en gestos frenéticos, estresados por un pulgar que reproduce el movimiento de un scroll. Este universo convertido en “metaverso”, es ya un lugar normativizado, donde nuestras emociones se ordenan en etiquetas de código y nuestro avatar nos dicta a quien amar y a quien odiar. 



En los años veinte de nuestro siglo, la digitalización redefine nuestra capacidad de percepción, influye en la conformación neurobiológica de nuestros cerebros y reduce nuestro tiempo disponible para la atención. Los territorios se expanden y se delimitan al mismo tiempo, en mundos con nuevas materialidades, resultado de la huella física y la erosión que el desarrollo técnico provoca sobre nuestro único planeta. 

También surge un nuevo paisaje emocional, de reacciones primarias y breves ante lo que nos muestra la lisa y frígida pantalla. Pero al mismo tiempo, se multiplican las posibilidades de los propios cuerpos y sus subjetividades, expandiendo las nociones de género y raza. 

Ya sea en sus imágenes, lenguajes, estructuras o visiones de otras perspectivas, las artistas de Super Superlike realizan reflexiones críticas sobre esta realidad táctil y móvil. Así, entre todas, hilvanan, más que nuevas formas de lo visible, nuevas potencias de lo vivible.

Fuente: CondeDuque